Se cumplen cuatro años del asesinato a Nelson Lillo

Uno de los asesinos murió y el otro está en la cárcel , pero su cómplice prófugo

Minutos antes de la hora oficial de su muerte, la municipalidad de San Pedro junto a familiares de Nelson Lillo, rindieron hoy un nuevo homenaje al cumplirse cuatro años de su asesinato

Lillo era efectivo de la policía local, con mucho entusiasmo e ilusión, decidió formar parte de la fuerza que en ese momento era conducida por el comisario Carlos Calderón.

El joven querido por sus compañeros, de familia humilde y trabajadora, entregó su vida en acto de servicio al intentar evitar un robo

Fue un día como cualquiera, patrullaba las calles de la ciudad con su compañera Laura Lencina, pero jamás se imaginaron que el destino los cruzaría en Oliveira Cesar y Rivadavia

Todo sucedió un 25 de enero de 2018, en esa esquina, JAMÁS OLVIDADA, dónde delincuentes habían consumado un robo a mano armada

Lillo dió la voz de alto y comenzó la balacera

Pablo Morell, uno de los asaltantes, murió en el lugar

Nelson Lillo había sido traslado a la guardia del nosocomio local gravemente herido

Roberto Branto Ayala se daba a la fuga con un cómplice, herido, detenido días después.

El hecho : informe San Pedro Hoy

El 25 de enero de 2018 Nelson Lillo intentó evitar el robo a un camión de una distribuidora de la ciudad de Baradero. Recorría el lugar junto a su compañera, Laura Lencina, cuando dio la voz de alto al ver el intento de robo y los delincuentes abrieron fuego. Lillo, de 25 años, no logró resguardarse y recibió un disparo que le costó la vida. Lencina respondió a los disparos y ultimó a uno de los delincuentes, Pablo Morell, mientras que un segundo asaltante logró escapar.

Nelson fue trasladado al Hospital en grave estado y, minutos antes de las 12.00 se confirmó lo peor: no resistió las heridas que sufrió por el disparo que recibió. Mientras todo era conmoción entre sus compañeros que se agolparon en la Guardia del Hospital esperando por su evolución, otros efectivos buscaban intensamente al delincuente que había logrado escapar y que había dejado marcas de sangre sobre un auto que intentó robar en pleno centro para fugarse.

Era Roberto Branto Ayala, aunque durante varias horas y antes de identificarlo, se mencionó a su hijo, quien debió aclarar públicamente que estaba en su casa, en Baradero, y no estaba herido. Allí la investigación apuntó a su padre que fue detenido dos días después, el 27 de enero, en zona rural. Estaba herido de bala en la zona del abdomen. Roberto Gerardo “El Zurdo” Branto Ayala llevaba un mes en libertad. Conocido por el robo de 500 mil pesos al Banco Río de Baradero en 1995, fue también protagonista de los secuestros extorsivos de Cristian Schaerer y Patricia Nine entre 2003 y 2004.

Branto Ayala escapó de la escena del crimen de Lillo en moto. La instrucción de la causa llevó al Fiscal Marcelo Manso a centrarse en un nombre: Marcos Bruzzone. El sospechoso de ser quien “levantó” a Branto Ayala en la esquina de Arnaldo y Salta para ayudarlo a escapar de la Policía es oriundo de Río Tala y está prófugo de la Justicia después de ausentarse sistemáticamente a cada una de las citaciones que hizo el Fiscal Manso para indagarlo.

Tanto Bruzzone como Branto Ayala deberán enfrentar la instancia de juicio oral. Las causas fueron elevadas por el Fiscal Marcelo Manso entre 2019 y 2021 respectivamente, pero aún no tiene fecha de debate confirmada.

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