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El secretario de Gobierno, Martín Baraybar, a cargo de la Secretaría de Seguridad, brindó declaraciones antes y después de la marcha. En la mañana, en su oficina, mantuvo una extensa entrevista en la que detalló el trabajo que se viene realizando y las reuniones con el Ministro de Seguridad: «Entendemos que es una marcha lógica y legítima, corresponde que los recibamos, charlar con respeto y escuchar las problemáticas. También contarles lo que venimos haciendo con esta problemática que nos ocupa desde hace tiempo».

Las preguntas formuladas por la periodista Jesica Actis Dato abordaron las inquietudes de los ciudadanos de San Pedro. Entre ellas, el funcionamiento del centro de monitoreo, su capacidad para prevenir delitos, la conexión con la policía y las herramientas tecnológicas como las aplicaciones Bassap y Totem. También se consultó sobre el apoyo que reciben las fuerzas policiales desde la Secretaría de Seguridad y el Ejecutivo, el estado de las fiscalías (UFI 11, UFI 7 y UFI 5, esta última vacante tras la salida del Dr. Manso), y la operatividad del personal y móviles policiales. Otros temas tratados incluyeron el control de accesos con recursos limitados, la situación de los móviles entregados en 2022, el programa Multiagencia y el creciente problema del consumo de drogas en San Pedro. La entrevista duró cerca de 40 minutos.

Por la tarde-noche, cuando los manifestantes llegaron al municipio, la tensión fue en aumento. Los reclamos de seguridad se combinaron con otras exigencias, y la multitud insistía en que el intendente saliera a dialogar.

Entre las demandas se incluyeron denuncias sobre alcantarillas rotas, quejas por cloacas tapadas, aumentos de tasas municipales, el mal funcionamiento de un tanque copa, problemas con bombas de agua y caños rotos, así como el estado intransitable de veredas y calles.

En simultaneo, un grupo reducido de manifestantes, familiares de Lautaro Carlevaris, joven asesinado días atrás, se acercó a la puerta del despacho del intendente y comenzó a patearla con la intención de ingresar por la fuerza al edificio.

Otro de los momentos de tension se vivió cuando Juan Gutiérrez, vocero de un grupo de comerciantes, advirtió a los funcionarios municipales sobre la gravedad de la situación y el malestar social: «Ahora vamos a esperar que algunos de ustedes se digne a responder. Esto es el comienzo de algo que puede gestar para peor».

La convocatoria, de carácter autoconvocado, tuvo su inicio en la intersección de las calles Mitre y Obligado, desde donde los participantes marcharon al grito de «¡Seguridad!» hasta la sede del gobierno local.

Durante la protesta, la multitud coreaba consignas como «que se vayan todos» y otras expresiones más contundentes dirigidas al intendente Cecilio Salazar. Muchos de los vecinos manifestaron tambien, a medios locales presentes, distintas situaciaciones vividas de inseguridad

Al finalizar la manifestación, muchos de los presentes aseguraron que, de no obtener respuestas concretas por parte del municipio, continuarán con nuevas movilizaciones en los próximos días.