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Una de las marcas más queridas de la mesa de los argentinos está en el centro de una fuerte disputa empresarial. La familia Mastellone y el fondo Dallpoint rechazaron la oferta de compra del 51,3% de las acciones de Mastellone Hermanos —firma dueña de La Serenísima— realizada por Arcor y Danone, y la tensión escaló al punto de anticipar un conflicto legal.

La negativa fue comunicada oficialmente a la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde los accionistas argumentaron que la propuesta no respeta los términos del acuerdo firmado en 2015. Desde Mastellone sostienen que los compradores intentaron ejercer una cláusula de opción de compra de manera irregular y consideran la oferta como “hostil”.

La disputa enfrenta a dos grandes pesos pesados de la industria alimentaria con una empresa emblemática del sector lácteo. La estructura accionaria actual divide el control de Mastellone en un 51% en manos de los herederos de Pascual Mastellone y el fondo Dallpoint, mientras que el 49% restante pertenece a Bagley, la sociedad que Arcor y Danone crearon en 2016.

El objetivo de los compradores era consolidar el control total y unificar la compañía bajo el nombre La Serenísima Unida, con un 50% para cada multinacional. Sin embargo, la negativa de los actuales propietarios abre un nuevo capítulo de incertidumbre, con un posible juicio que podría redefinir el futuro de una marca insignia para el consumo nacional.