Este lunes, el intendente Cecilio Salazar encabezó una conferencia de prensa en su despacho oficial para anunciar el inicio del proceso de licitación pública destinado a la concesión por 30 años del edificio de la ex terminal de ómnibus. El objetivo: recuperar ese espacio histórico y convertirlo en un moderno polo gastronómico y de innovación.
Acompañado por el Jefe de Gabinete, Alfredo Carrasco, y el secretario de Obras y Servicios Públicos, arquitecto Mariano Brañas, el jefe comunal explicó que, tras múltiples gestiones fallidas con los gobiernos nacional y provincial para desarrollar proyectos educativos o de salud, se tomó la decisión de avanzar con una propuesta desde el ámbito privado.
«Saben que hemos hecho muchas gestiones desde que cambiamos la terminal. Intentamos varios proyectos con Nación hasta el 2023 y luego con Provincia, pero lamentablemente se fueron cayendo y no pudimos concretarlos. Por eso decidimos ir hacia lo privado. No tiene nada que ver con elecciones. Esta decisión forma parte de un proyecto integral. Confieso que me costó tomarla porque los proyectos que teníamos eran muy importantes», expresó Salazar.
El proyecto contempla la creación de un paseo gastronómico en la planta baja, sumando locales tradicionales y food trucks, y un área de coworking en la planta alta. Según detalló Brañas, la propuesta busca integrar el edificio con la plaza, generando un espacio moderno, abierto y flexible que permita la realización de eventos, ferias y actividades culturales.
Desde el ejecutivo afirmaron que además de impulsar la economía local «el nuevo espacio pretende descentralizar la oferta gastronómica que actualmente se concentra en pocas cuadras del centro, extendiéndola hacia la zona de avenida Sarmiento y conectándola con el desarrollo urbano planteado en el nuevo código de edificación».
Carrasco informó que el pliego será elevado esta semana al Honorable Concejo Deliberante. La licitación contempla una base de canon mensual de 2.000 dólares, una inversión inicial mínima de 500.000 dólares por parte del futuro concesionario, y un canon de ingreso de 50.000 dólares que será destinado exclusivamente a obras públicas y mejoras del espacio urbano.
Con esta iniciativa, el equipo de gobierno busca articular esfuerzos entre el sector público y privado para revitalizar un edificio emblemático, fomentar el desarrollo local y generar un nuevo atractivo para vecinos y turistas.