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A casi un día de la tragedia en Villa Devoto, se conocieron nuevos detalles sobre cómo pudo haberse producido la intoxicación por monóxido de carbono que terminó con la vida de dos abuelos, una pareja joven y una niña de cuatro años.

El martes, cinco integrantes de una reconocida familia de ese barrio porteño fueron encontrados sin vida en una casa en Sanabria 3768: Demetrio De Nastchokine (79), su esposa Graciela Leonor Just (73), su hijo Andrés (43), la pareja de este, Marie Camille Lalanne (40), y la hija de ambos, Elisa, de cuatro años.

El caso se conoció en horas de la tarde, tras un llamado al 911 de un familiar de las víctimas. Los Bomberos de la Ciudad debieron ventilar los ambientes para que el SAME pudiera constatar el fallecimiento de casi todos los integrantes. Se salvó, de milagro, un bebé de un año y medio, hijo de la joven pareja.

La información preliminar indica que la causa del posible accidente fatal sería múltiple. En primer lugar, los peritos detectaron un posible desperfecto en la caldera que habría sido la fuente de monóxido de carbono en el ambiente.

Según la primera verificación en el lugar, el conducto del aparato estaría deteriorado, lo que permitiría que el gas ingresara al entretecho de la cocina y se filtrara hacia la parte superior de la propiedad, donde están los dormitorios que cuentan con piso de pinotea. Se estima que el monóxido de carbono se desplazaba a través de la losa pero resta saber el estado de esa losa y si permitía o no lo filtración.

En esa línea de investigación, el monóxido acumulado en el espacio hueco bajo la pinotea se propagaría a los dormitorios. Sin embargo, esa no sería la única causa: se encontraron selladas todas las aberturas y rejillas con nylon y cintas para evitar la entrada de frío, lo que impidió la ventilación del exterior. Se desconoce quién lo realizó y el motivo pero los especialistas aseguraron que de esa forma era imposible que ingresara aire a la propiedad y permitiera cierta ventilación.

Helena, prima hermana de Andrés, contó que su tío había estado remodelando la casa para recibir a sus nietos. Explicó que Andrés, el menor de los cuatro hijos de la familia, vivía en Europa y planeaba pasar todo julio en Argentina junto a su esposa y sus dos hijos.

“En una habitación iban a dormir Andrés y la esposa, y en la otra los dos niños. Yo traje todos los peluches de mi hijo para decorar el lugar de los niños. Ahora me encuentro con esto, que no tengo más tíos. Estoy desesperada, no entiendo nada”, relató, en diálogo con la prensa.

Según pudo saber este medio, Andrés, Marie Camille y su hija fueron hallados en una habitación del primer piso. En otro ambiente de ese nivel se encontraba el bebé que sobrevivió.

Mientras tanto, en el segundo piso, yacían sin vida Demetrio y Graciela, los dueños de la casa.

El medio barrial Devoto Magazine señaló que los Nastchokine eran una familia muy querida y reconocida en el barrio, donde eran vecinos desde hacía décadas.

La tragedia se desató tan solo un día después de que el matrimonio recibiera la visita de Andrés, que llegaba desde Italia junto a su esposa francesa y sus dos hijos pequeños.

Incluso, la llegada de la familia al aeropuerto de Ezeiza fue documentada en redes sociales por otro de los hermanos De Nastchokine. En las imágenes, adjuntas en esta nota, se puede ver a Andrés y a su madre. Demetrio y Graciela eran padres de otros tres hijos: Maia, Alejandro y Sergio.

El monóxido de carbono (CO) es un enemigo silencioso: no tiene olor, color ni sabor. Se produce cuando combustibles como gas, leña o kerosén no se queman completamente. Una estufa mal instalada o sin tiro balanceado puede ser letal.

Desde Defensa Civil recordaron la importancia de:

Revisar estufas, calderas y calefones con gasistas matriculados.

Evitar cerrar completamente los ambientes calefaccionados.

Instalar detectores de monóxido en dormitorios y pasillos.

Nunca usar hornallas o braseros como fuente de calor continua.