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San Pedro continúa atravesado por la tristeza tras el fallecimiento del artista plástico Fernando García Curten, una de las figuras culturales más influyentes y originales de la ciudad. Entre los cientos de mensajes de despedida, uno resonó con especial profundidad: el de Jorge “Coqui” López, uno de sus discípulos más cercanos y un artista reconocido a nivel nacional por su técnica de pintar retratos con tierra, particularmente el homenaje a Lionel Messi realizado con tierra del barrio y los potreros donde creció el capitán de la Selección.

En un texto íntimo y potente, López expresó su dolor por la partida de quien considera su maestro, compartiendo recuerdos que revelan la dimensión humana y artística de García Curten, así como el vínculo que los unió desde su adolescencia.

La despedida de un discípulo a su maestro

“Recuerdo ir pedaleando hasta su casa taller y pararme delante de la puerta negra, intentar golpear y no poder hacerlo, subirme a la bici y volver a mi casa. Creo que esa situación se repitió unas tres o cuatro veces, hasta que pude lograrlo y la puerta se abrió. Ahí estaba él con su melena y su barba, preguntándome qué quería.
‘Aprender a dibujar’, solté tímidamente.

Todo cambió, mi vida fue otra. Fui buscándome, profundizando, y aquello que habitaba en mí se manifestaba entre papeles y carbonillas. Fernando García Curten me acompañaba en ese proceso, con su mirada crítica, sus palabras y sobre todo con sus silencios. Muchas tardes de aprendizajes, con largas charlas sobre arte, identidad, literatura, etc., y otras tardecitas fumábamos en silencio, y sentía que de ese modo me transmitía también los caminos que había que recorrer para realizar una obra de arte verdadera. Éramos maestro y discípulo, en un patio en penumbras conectados en el silencio.

Fernando García Curten fue mi maestro.

Tuve la suerte de vivir en una ciudad y en un tiempo en que podías ir hasta la galería Biguá y hacer escultura con Pedro Suñer, y al otro día escuchar recitar poesía a Aníbal de Antón en la cocina de su casa, y otro día ir a mostrarle los últimos dibujos a Fernando, y si tal vez estaba de visita Abelardo Castillo, era realmente presenciar una clase magistral… Había tanta riqueza en esta ciudad, lamentablemente ese San Pedro ya no existe.

García Curten fue un artista genial, como dijo Sábato.
Para mí es el dibujante más grande y prolífico de Latinoamérica. Su obra desgarradora, humana y piadosa, es única.
Fernando García Curten fue un creador sensible, solitario y febril. (Todo lo dibujaba y en todo momento, por eso en cualquier papelito o servilleta podía plasmar una obra; recuerdo ver sus jeans todos dibujados, su campera, sus manos y brazos… la línea temblorosa de su fibrón recorría todo a su alcance transformándolo en piezas de un arte verdadero).

Ha muerto mi maestro.
Siento mucha pena.
Siento que a partir de ahora voy a estar más solo.
Siento que soy un huérfano… de maestro.
— Jorge Coqui López

La despedida de López resume la esencia de Fernando García Curten: un creador de mundo interior profundo, un dibujante de sensibilidad extrema y un maestro silencioso cuyo legado no sólo habita en su obra, sino también en quienes aprendieron de él.

Su Casa-Museo ubicada en calle Mitre 1472 —un refugio de objetos, dibujos y esculturas que dialogan con la memoria— cobra ahora un valor aún mayor para la identidad cultural de San Pedro.