El Gobierno nacional continúa con el proceso de reestructuración de la Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP, que incluye la eliminación de 695 cargos y el cierre de varias oficinas en la provincia de Buenos Aires. Entre las sedes afectadas se encuentran las de San Nicolás, Chivilcoy, Bragado y San Pedro, cuya clausura se llevará a cabo en un plazo de 45 días.
El anuncio de los despidos en la Dirección General Impositiva (DGI) ya ha comenzado a materializarse, y los trabajadores del organismo se encuentran en incertidumbre respecto a su futuro laboral. Según Manuel Adorni, vocero presidencial, los despidos representarán un recorte del 27% de la estructura de la DGI, aunque no se especificaron todas las oficinas que cerrarían. Sin embargo, se confirmaron cierres en ciudades como Hurlingham, Merlo, La Matanza, José C. Paz, Quilmes, Florencio Varela y Berazategui.
En el interior de la provincia, las delegaciones de San Nicolás, San Pedro, Bragado y Chivilcoy dejarán de funcionar, afectando directamente a un total de 95 trabajadores. En San Nicolás, por ejemplo, los 35 empleados locales deberán esperar definiciones sobre su futuro, ya que, aunque no se ha hecho un anuncio oficial, se estima que la delegación pasará a depender de la jurisdicción de Zárate.
La medida también obligará a los contribuyentes de estas localidades a trasladarse a las sedes regionales de Mercedes o Junín para realizar los trámites habituales. En Chivilcoy, aunque el edificio permanecerá, la oficina dejará de operar como distrito de ARCA, y sus empleados también deberán depender de las oficinas de las sedes regionales.
Este ajuste de funciones y el cierre de oficinas generan preocupación en los trabajadores y en los ciudadanos de las localidades afectadas, quienes deben adaptarse a los nuevos procedimientos para realizar trámites ante el organismo.
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