En una nueva acción de rescate patrimonial, el Grupo Conservacionista de Fósiles logró recuperar más de sesenta elementos metálicos vinculados al histórico Ferrocarril de Eduardo Depietri, durante un relevamiento realizado en la zona del Paseo de los Túneles.
El operativo se llevó a cabo el sábado por la tarde, en inmediaciones de la sala que recuerda al pionero empresario. Con el uso de detectores de metales, facilitados por Alejandro Bianchini e Ignacio De Sanzo, y con la participación activa de integrantes del museo local —Aguilar, Ferreyra, Martínez, Parra y Sánchez—, se logró identificar y extraer piezas que revisten gran valor histórico.
Entre los elementos hallados se encuentran bulones, clavos de vía, eclisas, tapas de hierro, ganchos, chapones, partes eléctricas, fragmentos de vidrios ornamentados y un singular eslabón de cadena de bronce, que formaron parte del antiguo trazado ferroviario que supo conectar al puerto con el interior productivo de la región.
Además, durante la prospección se recuperaron clavos y metales de sección cuadrangular pertenecientes a las antiguas estructuras de la Alcoholera “La Estrella”, la primera industria de San Pedro, que funcionó desde 1890 y cuyas instalaciones fueron adquiridas por Depietri en la década de 1930 para montar su propio emprendimiento ferroviario.
Todo el material recuperado será incorporado a la colección permanente de la Sala “Eduardo Depietri”, ubicada en el Paseo de los Túneles, un espacio que el Grupo Conservacionista cofundó junto al Municipio tras el descubrimiento de un túnel de venteo de gases en enero de 2010. Aquel hallazgo marcó el inicio de una labor conjunta para recuperar y revalorizar uno de los sitios más emblemáticos de la historia industrial y ferroviaria de la ciudad.
El legado de Depietri
Eduardo Depietri fue un visionario empresario argentino que, entre las décadas de 1920 y 1930, desarrolló un sistema ferroviario privado para conectar el puerto de San Pedro con la zona agrícola. Su ferrocarril fue único por ser una iniciativa particular, sin participación estatal, que incluyó la construcción de infraestructura propia, como galpones, elevadores de granos y hasta un puerto sobre el río Paraná.
La red, que llegó a tener 63 kilómetros operativos, era utilizada principalmente para el transporte de cereales, beneficiando a productores locales y dinamizando la economía regional. Aunque finalmente el emprendimiento fue clausurado en 1949, su impacto marcó una época y consolidó a San Pedro como un nodo estratégico en el comercio fluvial y ferroviario del país.