Vecinos de la zona de Combate de Obligado y Martín Fierro se despertaron esta mañana con una grave sorpresa: las casillas de gas estaban forzadas y los medidores habían sido robados. El hecho generó alarma y malestar, no solo por el delito en sí, sino también por el riesgo que implica manipular instalaciones de gas.
Algunas familias contaron a este medio que, al notar la falta de suministro, pensaron que se trataba de un corte general y salieron a buscar garrafas, sin imaginar que se trataba de un robo. La situación dejó varias viviendas sin servicio y con conexiones expuestas, generando un potencial peligro para los vecinos.
Además, se reportaron hechos similares en las inmediaciones del barrio de Clínica Sadiv, lo que hace suponer que se trata de una modalidad delictiva en expansión en distintos puntos de la ciudad.
Las denuncias ya fueron realizadas y se espera la intervención de las autoridades y de la empresa proveedora para garantizar la reposición del servicio