El gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzó esta semana una campaña sanitaria denominada “maratón quirúrgica” para realizar al menos 1000 cirugías de vesícula en más de 38 hospitales públicos del distrito, entre los que están el Hospital de San Vicente Dr. Ramón Carrillo, el Güemes de Haedo y el Interzonal General de Agudos Dr. Abraham Félix Piñeyro, entre otros.
La iniciativa fue impulsada por el Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak, con el fin de atender una de las demandas más frecuentes en las guardias hospitalarias: el dolor de vesícula, una afección que en muchos casos requiere la extracción del órgano. Además, el operativo busca reducir la lista de espera quirúrgica, que supera los 10.000 bonaerenses en espera de una intervención
Las operaciones, que se realizan en hospitales de toda la provincia, coinciden con la última semana de campaña electoral antes de los comicios del 26 de octubre. Según remarcaron en la cartera sanitaria, el operativo apunta a descomprimir las listas de espera acumuladas y mejorar la capacidad de respuesta quirúrgica del sistema público, sin suspender otras prestaciones médicas.
Según confirmaron fuentes del ministerio provincial, cada hospital asignó los turnos en función de su propia lista de espera y citó directamente a los pacientes. Para ampliar la capacidad operativa, se sumaron turnos vespertinos y se dispuso que las cirugías se realicen entre este lunes 20 y el viernes 24 de octubre. En promedio, cada hospital efectuará unas 25 operaciones, salvo en cinco instituciones que programaron 30 procedimientos, aunque estas cifras pueden modificarse según las altas y bajas que se generen. Los equipos quirúrgicos de todos los hospitales provinciales participan del operativo, y el número final de profesionales involucrados se confirmará al cierre de la campaña.
Las esperas para acceder a una cirugía de vesícula presentan diferencias según el establecimiento van de 45 a 90 días, con algunas situaciones puntuales que superan ese rango. “Este es un esfuerzo enorme del sistema público provincial. Decidimos reforzar el trabajo quirúrgico para dar respuesta a una demanda concreta de miles de bonaerenses que esperan una cirugía y confían en la salud pública”, expresó Kreplak al anunciar la medida.
El ministro remarcó que la “maratón quirúrgica” forma parte de una política sanitaria para fortalecer la capacidad resolutiva del sistema público y mejorar el acceso a la salud. “Donde antes había espera y angustia, hoy hay organización, planificación y trabajo en equipo. Esto es lo que permite un Estado presente, que planifica y garantiza derechos”, sostuvo.
Causas
La vesícula biliar es un órgano pequeño, en forma de pera, que se ubica debajo del hígado. Su función principal es almacenar la bilis, un líquido producido por el hígado que colabora en la digestión de las grasas. Durante la ingesta, especialmente de comidas ricas en lípidos, la vesícula libera bilis hacia el intestino delgado para facilitar el proceso digestivo.
“El órgano es útil, pero no indispensable: se puede tener una vida completamente normal sin él”, explicó Ramiro Heredia, médico clínico del Hospital de Clínicas José de San Martín. Según detalló, los problemas más comunes de la vesícula son los cálculos biliares, el cólico biliar, la dispepsia biliar y la colecistitis aguda, que suele implicar inflamación e infección.
Los cálculos se originan por un desequilibrio en los componentes de la bilis. “Se forman ante un exceso de colesterol, sales biliares o bilirrubina, que precipitan y generan las piedras”, explicó Heredia. Entre los factores de riesgo enumeró la obesidad, el tabaquismo, el embarazo, la diabetes tipo 2, las dietas ricas en grasas y pobres en fibra, el consumo de alcohol, el sedentarismo y la cirugía bariátrica previa. “Se estima que uno de cada cinco mujeres y uno de cada diez hombres tendrá cálculos en algún momento de su vida. En la Argentina, como en el resto del mundo, es una de las causas más frecuentes de internación quirúrgica”, agregó.
Cuándo se recomienda operar
De acuerdo con Heredia, si una persona tiene cálculos sin síntomas, muchas veces basta con controlar la evolución, aunque la tendencia actual es indicar la cirugía programada para evitar complicaciones. “Cuando los cálculos producen cólicos, náuseas, vómitos o inflamación, la indicación es extraer la vesícula. También cuando hay pancreatitis o coledocolitiasis, es decir, cuando los cálculos migran hacia el conducto que une el hígado y la vesícula con el tubo digestivo y generan dolor e ictericia”, detalló.
En la misma línea, Fabio Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Fundación Favaloro, coincidió en que la cirugía se recomienda ante síntomas como dolor, cólicos o infecciones. “Cuando los contenidos de piedras generan dolor o cólicos, o cuando la vesícula se infecta porque se obstruye el conducto de salida, la indicación es quirúrgica. También si se observan pólipos que crecen con el tiempo”, sostuvo.

