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Después de una jornada tensa, el Gobierno salió a decir que los supermercados no iban a aceptar subas por parte de las empresas productoras de alimentos, algo que fue ratificado luego por la Asociación de Supermercados Unidos (ASU). Se trata, ni más ni menos, que un nuevo capítulo en la conocida puja por ver cuál de las dos partes es la responsable final de la suba en las góndolas.

Fernando Blanco Muiño, subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, dio más detalles minutos después: “No hay motivo, ni cambiario ni tributario, que justifique el aumento en las listas de precios que algunos pretenden imponer a los consumidores. Esas listan serán rechazadas por cadenas nacionales, regionales y almacenes. En el gobierno de Javier Milei no hay lugar para oportunistas”.

Desde ASU, en tanto, aseguraron que “ante los hechos de público conocimiento, queremos comunicarle a la sociedad nuestro firme propósito de no aceptar listas de precios de nuestros proveedores que contengan aumentos desmedidos y/o especulativos. Reiteramos que nuestro objetivo es hacer llegar al público productos de la máxima calidad y al mejor precio. Nuestros mayores esfuerzos están orientados a obtener ese objetivo”.

Llamados
Los llamados de algunas empresas grandes a las cadenas comenzaron a llegar ayer por la tarde. El motivo era darles aviso de que en las próximas horas recibirían nuevos listados de precios con subas de un dígito, pero que en algunos casos llegarían al 9%. Los argumentos, dos: por un lado, muchos alimentos y productos de consumo masivo tienen componentes dolarizados por ser importados; por otro, los alimentos exportables naturalmente suben también de precio localmente, si se les mejora el valor de exportación por un tipo de cambio mayor. Sucede, por ejemplo, con la carne, que igualmente ha subido fuertemente antes de la devaluación; de hecho, fue uno de los rubros que incidió en el alto índide de inflación de marzo.

En diálogo con Infobae, Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de ASU, afirmó que las aceiteras Molinos Río de la Plata, Aceitera General Deheza, Molino Cañuelas y Bunge avisaron que enviarían nuevas listas con subas del 9%, así como también para los productos farináceos, como los cereales, harinas y derivados.

“Los precios no estaban aumentando, siempre fuimos muy cautos porque con la caída del volumen es muy difícil subir, pero hubo una devaluación y tenemos un alto porcentaje de los costos expuesto al dólar, toda la materia prima de hecho”, dijeron fuentes de una empresa de consumo masivo. A su vez, en una aceitera confirmaron que todas las empresas subieron los precios en el orden del 9% “básicamente por la materia prima, que es dolarizada y que es el girasol. ”El girasol, en una botella de aceite, representa del 80% del costo, así que no se trasladó todo el aumento directo; se trasladó una parte”, dijo la fuente, quien precisó que hubo también incrementos en los farináceos por la incidencia del trigo.

La resistencia de los supermercados
“No queremos convalidar esas listas y las vamos a resistir”, aseguró Vasco Martínez a este medio. Consultadas fuentes de algunas cadenas, insistieron con este mismo mensaje y advirtieron que no tomarán “listas especulativas”. “Tendrán que explicar los aumentos”, dijeron en un supermercado. “Todavía no aceptamos”, dijeron en otra, al afirmar que ahora comenzará una negociación entre los retails y las empresas para determinar finalmente qué aumento se verá finalmente reflejado en la góndola, ya que “en un contexto de caída de consumo, no se puede aceptar un 10%”, agregó una de las fuentes.

El presidente de la cámara de supermercados dijo que “no podemos aceptar aumentos que agraven la contracción del consumo”
Víctor Palpacelli, se refirió a la situación del sector frente a las subas de precios que algunos proveedores intentaron implementar. Aseguró que las cadenas de supermercados trabajarán para evitar los aumentos que afectan tanto a los consumidores como al consumo