Un error bancario millonario, una llamada desesperada y una respuesta ejemplar.
Jonatan De La Fuente, vecino de San Pedro, recibió este jueves por la tarde una transferencia por más de 303 millones de pesos, enviada por error desde el área de Tesorería de Sadiv. Pese al asombro inicial, el hombre actuó con total honestidad y devolvió la suma en su totalidad.
El dinero, según explicaron desde la institución médica, debía transferirse en tiempo y forma porque estaba destinado a la compra de insumos. La equivocación generó una situación crítica para el hospital, que rápidamente intentó dar con el destinatario involuntario.
“Me llama una mujer que se presenta como parte del equipo de Tesorería del Hospital Sadiv y me dice, muy nerviosa, que me transfirieron por error más de 300 millones de pesos. Al principio me reí, pensé que era una broma. Como la llamada fue por WhatsApp, dudé. Le dije que primero me iba a acercar al hospital y llamar al banco”, contó Jonatan.
Al revisar su cuenta bancaria, confirmó que el dinero estaba allí, «fui millonario por un día». Luego de constatar la veracidad de la situación, se contactó nuevamente con la mujer y juntos coordinaron la devolución a través de la entidad bancaria, donde Jonatan tuvo que firmar documentación que justificara tanto el ingreso como el egreso de la suma, para garantizar la legalidad del procedimiento.
“Obviamente había que dejar todo registrado, como corresponde. El banco actuó con mucho cuidado”, agregó el oficial.
Pero la historia no termina ahí. Al finalizar el trámite, Jonatan tuvo un gesto que demuestra no solo su integridad, sino también su humanidad: pidió a uno de los directivos del hospital que no sancionaran a la empleada responsable del error, ya que se encontraba visiblemente angustiada.
“Le dije que por favor no tomaran represalias. Se notaba que estaba muy angustiada. Errar es humano”, expresó.
Este tipo de situaciones no son exclusivas del ámbito bancario tradicional. En el mundo digital, también se han registrado casos de transferencias erróneas de grandes sumas de dinero. Por ejemplo, en 2022, una plataforma de pagos en línea envió por error una cantidad significativa de fondos a varios usuarios. La mayoría de los destinatarios actuaron con integridad y devolvieron el dinero, aunque algunos aprovecharon la oportunidad para enriquecerse ilícitamente.
Un caso más reciente , una mujer de Villa Mercedes, en San Luis, pensó que había recibido un regalo divino se le acreditó una transferencia por $ 510 millones. El tema es que al momento de revelarse el error, la mujer ya había gastado parte de ese dinero en materiales para su casa, ayuda a familiares y compra de electrodomésticos.
En tiempos de incertidumbre económica y creciente desconfianza, gestos como el de Jonatan De La Fuente nos recuerdan que la honestidad sigue siendo un valor fundamental en nuestra sociedad. En un contexto donde las tentaciones son muchas y las oportunidades de actuar de manera deshonesta parecen abundar, es esencial que cada uno de nosotros elija el camino de la integridad.