En medio del paro y la movilización convocados por la precaria situación laboral que denuncian los médicos residentes, autoridades del Hospital Garrahan mantuvieron una reunión con representantes del Ministerio de Salud, aunque no se alcanzó ningún acuerdo concreto para dar respuesta al reclamo.
Durante el encuentro, los funcionarios ofrecieron abrir una mesa de trabajo y diálogo y comunicaron que se encuentra en análisis una propuesta de mejora de ingresos con recursos propios del hospital, que se sumaría a los $200 mil que actualmente perciben los residentes.
El gobierno pidió que para iniciar la mesa de diálogo se levantara la medida de fuerza, algo que fue rechazado por los profesionales. Ante la falta de respuestas concretas y la negativa a suspender el paro sin avances firmes, los residentes resolvieron continuar con la huelga que comenzó este jueves.
«El Garrahan funciona, el problema es político»
Cecilia Lucisano, médica y actual viceministra del Ministerio de Salud de la Nación, rompió el silencio y dio definiciones clave sobre la situación del Hospital Garrahan, en medio de las versiones que lo señalan como víctima de un proceso de desfinanciamiento.
En diálogo con Eduardo Feinmann, la funcionaria explicó que el problema no es sanitario, sino de origen político y administrativo, y aclaró que el hospital funciona con normalidad, cuenta con presupuesto garantizado y mantiene intactas todas sus prestaciones.
Lucisano sostuvo que el Garrahan es un centro de salud de referencia en la región, con profesionales de altísimo nivel y funcionamiento garantizado, y que las versiones sobre un supuesto colapso económico o abandono estatal responden a interpretaciones erróneas o intereses políticos ajenos al funcionamiento real del sistema de salud.
Desde su perspectiva, lo que estaba ocurriendo era una acumulación de prácticas ineficientes en los procesos de compras y contrataciones, que derivaron en desórdenes presupuestarios y gastos excesivos. En ese sentido, sostuvo que se habían creado mecanismos que favorecían redeterminaciones de precios, contrataciones directas y acuerdos sin licitación.
La delegada del Hospital Garrahan, Norma Lezana, aseguró hoy que «hay motosierra» sobre el nosocomio al desmentir los datos brindados por la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, sobre la relación de empleados administrativos con el personal de salud.
Además, afirmó que la planta permanente en el hospital «se sostiene desde el año 2017».
En diálogo con A24, la secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos desmintió el dato que brindó la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, quien había asegurado en su cuenta de la red social X que en el Garrahan había «953 burócratas» y «solo 478 médicos de planta».
La delegada expuso estadísticas del Garrahan en las que figuraban «459 administrativos» frente a los casi 900 que dijo el Gobierno. «Y médicos hay 491» de manera formal a los que, dijo, hay que sumar la «conducción, becas y residentes» que superan los 1.000.
Lezana remarcó que «es falso poner el eje en la relación administrativo/médico» y planteó que «hay que tener en cuenta la relación médico/paciente cuando se calcula la dotación en un hospital». Además, resaltó que con una «escasa dotación» el nosocomio atiende «600 mil consultas por año».
La médica también afirmó que la «planta permanente de 4.200 personas se sostiene desde el año 2017» frente a versiones que aseguraban que había sido expandida en la gestión del gobierno anterior.
«Están diciendo cosas que son falsas, son mentiras. Hay un recorte, hay una motosierra», completó.
La semana pasada, los residentes de este centro sanitario especializado en niños realizaron un paro de 72 horas, a lo que se sumó un abrazo simbólico al edificio de todos los profesionales y concurrentes. En este contexto, y con la misma consigna “S.O.S. Garrahan, salvemos el hospital”, hoy se desarrolla paro de residentes, quienes denuncian, entre los principales problemas, un sueldo estancado en los $797.061 para jornadas de más de 60 horas semanales.
Según sostuvieron fuentes del establecimiento, a esta problemática se le suma la “fuga” de profesionales que no son reemplazados. La crisis se sostiene desde finales del año pasado, cuando varios especialistas que trabajaban en el lugar empezaron a irse hacia el sector privado, donde se llegan a duplicar los ingresos.
FUENTE: A 24 – LA NACION