Tras el incidente que dejó al buque YASA TOKYO varado en el canal de acceso del Puerto de San Pedro con 33 mil toneladas de trigo destinadas a Angola, el Consorcio de Gestión del Puerto (CGPSP) resolvió este lunes, por mayoría (5 votos a favor y 1 en contra), encarar un dragado de emergencia con fondos propios, ante el riesgo de perder la temporada operativa.
Un hecho sin precedentes recientes
El episodio ocurrió el 23 de mayo, a solo horas de que el buque finalizara su carga. Al iniciar su partida, quedó atascado a la altura de las balizas 1 y 2. Los informes indicaban condiciones supuestamente seguras: un calado de 10,05 m y altura de agua de 1,35 m, en línea con la restricción fijada por Prefectura Naval de 9,80 m. Sin embargo, tras el encallamiento, se descubrieron profundidades reales entre 7,5 y 8 metros.
Este repentino descenso dejó expuesta una acumulación de sedimentos sin detección previa, lo que encendió las alertas no solo operativas, sino también institucionales y técnicas.
️ ¿Un evento natural o una falla de control?
El Consorcio explicó que el fenómeno se produjo por una sedimentación extraordinaria generada por intensas lluvias el 16 y 17 de mayo. Según datos oficiales, en las cuencas de los arroyos Tala y Arrecifes cayeron hasta 500 mm, lo que aumentó el caudal del Riacho Baradero y cambió el flujo de corriente del sur hacia el norte. Ese movimiento arrastró grandes volúmenes de sedimentos hacia el canal de acceso.
Se estima que la acumulación llegó a los 3 metros de espesor, triplicando lo removido en el último dragado de rutina realizado apenas días antes. Las imágenes satelitales y los sondeos posteriores confirmarían la situación.
No obstante, hay dudas en sectores técnicos y operativos sobre la ausencia de advertencias previas, a pesar de que el dragado había sido reciente. Algunos actores del sector portuario, consultados por Crónica San Pedro, plantean la necesidad de investigar si hubo falencias en los controles batimétricos previos o subestimación del fenómeno climático anunciado por organismos nacionales.
⚠️ Fondos propios, endeudamiento y contrataciones
Ante la urgencia de restituir la operatividad, el Consorcio decidió contratar a la empresa Jan de Nul, única que se habría presentado y que estaría en condiciones de realizar el trabajo en menos de 10 días, con maquinaria de primer nivel. El volumen a dragar es superior a los 300.000 m³, equivalente a tres años de sedimentación normal del río Paraná.
El costo estimado ronda los 2 millones de dólares. Según el presidente del Consorcio, Carlos Casini, el Puerto dispone de poco más de la mitad de ese monto, proveniente en parte de los intereses del fondo destinado a la obra del muelle. El resto se completaría con endeudamiento y se espera un posible apoyo provincial, aún no confirmado.
“La idea es dragar lo antes posible, antes de que se pierda la temporada y los barcos empiecen a operar en otros puertos”, señaló Casini.
En el mismo sentido, afirmó que para evitar sospechas o especulaciones, se realizaron batimetrías con distintas empresas y herramientas tecnológicas (drones, imágenes satelitales), aunque algunos actores internos reclaman mayor transparencia sobre los resultados y la contratación directa de la dragadora.
⚓ Lo que viene
El buque fue finalmente liberado el 25 de mayo con la ayuda de tres remolcadores y permanece amarrado en el Muelle Cerealero. Se espera que, una vez completado el dragado, pueda retomar su rumbo.
Mientras tanto, el Puerto de San Pedro enfrenta una prueba crítica en su operatividad y gestión. Las decisiones técnicas, financieras y comunicacionales tomadas en las próximas semanas podrían marcar un antes y un después en su historia reciente.
Los hechos recientes
Dragado exitoso… pero insuficiente
El 8 de mayo de 2025, el Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro informó que concluyeron con éxito las tareas de dragado de mantenimiento del vaso portuario, alcanzando una profundidad de 9,80 metros (referida al cero local). Las tareas se realizaron bajo la Licitación Pública N.º 1/2025, ejecutadas por la Compañía Sudamericana de Dragados S.A. con las dragas Afonso de Albuquerque y Pancho, ambas bajo bandera argentina.
Esto garantizaba condiciones óptimas de operatividad y navegabilidad, lo que permitió que el 12 de mayo el buque Rostrum Australia operara en el puerto, cargando más de 31.000 toneladas de soja rumbo a Rusia.
El buque varado y una emergencia sin precedentes
Sin embargo, el 18 de mayo el buque YASA TOKYO, con 33.000 toneladas de trigo rumbo a Angola, quedó varado apenas iniciada su maniobra de salida, revelando una sedimentación abrupta en el canal. Las profundidades medidas tras el incidente fueron alarmantes: entre 7,5 y 8 metros, muy por debajo de los 9,80 alcanzados apenas 10 días antes.
El Consorcio calificó la situación como una «emergencia inédita» provocada por un fenómeno hidrosedimentológico originado en lluvias extraordinarias (más de 500 mm en la región del Tala y Arrecifes), que alteraron el sentido de las corrientes y depositaron enormes volúmenes de sedimento justo en el acceso al puerto. Imágenes satelitales y batimetrías posteriores confirmaron una sedimentación de hasta 3 metros.