En las últimas semanas, el Hospital Emilio Ruffa atendió dos casos de enfermedades virales poco frecuentes pero de alto riesgo: fiebre hemorrágica argentina y hantavirus. Ambos pacientes evolucionan favorablemente, según confirmaron autoridades sanitarias.
Una mujer de 61 años, oriunda de Santa Lucía, fue diagnosticada con fiebre hemorrágica argentina, una enfermedad endémica de esta región que es transmitida por roedores silvestres. La paciente fue hospitalizada, recibió el tratamiento correspondiente y ya fue dada de alta tras una evolución positiva.
El segundo caso involucra a un hombre de 62 años que había estado recientemente en la zona de islas. Contrajo hantavirus, cuyo cuadro fue más severo, requiriendo su ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva. Actualmente, se encuentra fuera de peligro y fue trasladado a una sala común.
La directora del hospital, Dra. Isabel Carrasco, explicó a medios locales que ambos casos fueron graves, pero afortunadamente los pacientes respondieron bien al tratamiento. “La mujer pudo superar su cuadro y ya fue dada de alta. En el otro caso, el paciente está evolucionando muy bien y ya pasó a sala común”, señaló.
Desde el sistema de salud remarcan la importancia de tomar medidas preventivas para evitar el contagio de estas enfermedades. En particular, se insta a la población a vacunarse contra la fiebre hemorrágica, especialmente quienes viven o trabajan en zonas rurales.
Qué saber sobre estas enfermedades
Fiebre Hemorrágica Argentina
Es causada por el virus Junín, presente en roedores silvestres como el ratón maicero (Calomys musculinus). Se transmite por contacto con secreciones de estos animales. Sus síntomas iniciales pueden confundirse con los del dengue: fiebre, dolor de cabeza, decaimiento, y posteriormente pueden aparecer dolores musculares, náuseas y manifestaciones hemorrágicas.
Hantavirus
Se trata de una enfermedad viral también transmitida por roedores. Puede provocar fiebre hemorrágica con síndrome renal o síndrome pulmonar, este último de mayor gravedad. El contagio puede producirse por inhalación de partículas en ambientes contaminados con orina, saliva o excrementos de roedores infectados.
Ambas enfermedades requieren atención médica urgente ante la aparición de síntomas. Las autoridades sanitarias piden a la comunidad reforzar los cuidados, sobre todo en zonas rurales o con presencia de roedores.