Colaborá con nuestro medio Apoya el periodismo local y ayuda a nuestro diario digital a crecer. Tu colaboración nos permite seguir brindando noticias y contenido de calidad. Escanea el código QR para contribuir y ser parte de nuestro equipo de lectores comprometidos.

El puerto de San Pedro atraviesa horas decisivas tras la varadura del buque Yasa Tokyo, que el pasado 23 de mayo quedó encallado apenas comenzó su maniobra de salida con rumbo a Angola. La embarcación, con 33 mil toneladas de trigo a bordo, no logró avanzar por el canal de acceso y debió ser reflotada dos días después.

Mientras las versiones oficiales apuntan a un fenómeno hidrosedimentológico “inédito e imprevisible”, en otros sectores del ámbito portuario, industrial y político se sostiene que el dragado ejecutado semanas antes no fue suficiente

¿Qué pasó?
Según el Consorcio de Gestión del Puerto, la acumulación de más de 300 mil metros cúbicos de barro y arena fue causada por una combinación de lluvias intensas en las cuencas de los arroyos El Tala y Arrecifes, que revirtieron el curso del riacho Baradero y arrastraron material hacia el canal de navegación.

Sin embargo, otras fuentes señalan que el dragado ejecutado semanas antes no fue suficiente, y que los trabajos se habrían hecho “a ciegas” o con información incompleta. También se cuestiona por qué no se reforzaron los monitoreos del calado ante la llegada de un buque de gran porte.

La draga Afonso de Albuquerque trabaja actualmente para remover unos 300 mil metros cúbicos de sedimentos, pero hasta el momento solo se retiró una fracción de ese total.

Para abonar el trabajo contratado el Consorcio decidió utilizar los fondos que habia destinado Nación hace un tiempo atras, para la obra del muelle, que fue imposible realizarlo porque los costos se multiplicaron

En el muelle, el clima es de preocupación.
Las cifras son contundentes: por cada día que el puerto permanece sin operar con normalidad, se estiman pérdidas superiores a los 25 mil dólares, entre costos logísticos, tiempos de espera, y penalidades por contratos no cumplidos.

¿Falla imprevisible o falta de previsión?
Mientras el dragado avanza, se empieza a debatir con más fuerza si lo sucedido fue un evento natural extraordinario —como sostienen las autoridades— o el resultado de una cadena de decisiones lentas, informes no actualizados y falta de inversión sostenida.