Un violento y estremecedor robo ocurrió durante la madrugada del domingo 21, cuando un hombre de 81 años, retirado de la Policía Bonaerense y muy conocido en el barrio De los Aromos, fue golpeado y estrangulado hasta quedar inconsciente dentro de su vivienda.
El relato de su hija expone una secuencia cruda, dolorosa y desesperante. Según contó, su padre —de carácter confiado— escuchó golpes en la puerta y creyó que se trataba de una de sus nietas, a quien él mismo ayudó a criar. Le abrió, le dio lo que necesitaba y volvió a acostarse.
Minutos después, volvió a escuchar golpes. Pensando nuevamente que era su nieta, abrió la puerta. En ese momento, un hombre lo abordó violentamente, lo tomó del cuello y comenzó a estrangularlo, exigiéndole dinero y dólares. Mientras tanto, una mujer ingresó a la vivienda, tomó las llaves del ropero —que el hombre mantenía con candado para resguardar sus ahorros— y se apoderó de una suma de dinero importante.
Durante el ataque, los delincuentes también le sustrajeron un reloj Rolex de oro, muy llamativo. Como no lograban quitárselo por el sistema de seguridad, el agresor intensificó la presión sobre su cuello, obligándolo a sacárselo mientras ya se encontraba prácticamente inconsciente.
La víctima no recuerda cuánto tiempo permaneció tendida en el suelo. Al recobrar algo de conciencia, logró pedir ayuda a su hija, que vive a pocos metros. Fue auxiliado por su cuñado, ya que su hija se encontraba trabajando. Posteriormente recibió atención médica en el ámbito privado, donde los profesionales confirmaron que el ataque fue de extrema gravedad y que podría haber terminado en un desenlace fatal.
Además del estrangulamiento, el hombre sufrió golpes en la columna —zona donde padece artrosis— lo que agravó su estado físico. Hoy se encuentra en recuperación, aunque profundamente afectado en lo emocional.
No se trata del primer hecho delictivo que sufre. Hace apenas dos meses, había sido asaltado por una pareja que le robó el celular y dinero
En esta ocasión no se radicó denuncia, ya que uno de los involucrados sería familiar y la familia intentó recuperar lo robado por otros medios.
“Lo más doloroso no es lo material, sino la forma y quiénes fueron. La impotencia de no poder hacer nada. Él fue policía y sabe cómo se maneja el sistema”, expresó su hija, visiblemente conmocionada.
El hecho ocurrió frente al Salón de los Jubilados, en una zona donde la víctima es ampliamente conocida por su nombre Edipo. El caso genera profunda preocupación y vuelve a poner en foco la violencia extrema contra adultos mayores y la sensación de desprotección que atraviesa a muchos vecinos.
