Paritarias del 100% y amenazas de rupturas: un escenario gremial caliente que pone en alerta al Gobierno

PERONISMO VS PERONISMO

El acuerdo del gremio de neumáticos disparó paritarias del 100%. Los casos de La Bancaria y Camioneros. Cómo sigue la interna de la CGT.

La inflación de agosto del 7% -56,4% en lo que va del año- configura para el Gobierno un escenario impredecible de paritarias reabiertas permanentemente, aumentos salariales de casi el 100% y amenazas de rupturas que pueden poner en peligro la estabilidad del Frente de Todos, de por sí maltrecha por las pulseadas internas y el desajuste de la economía.

De fondo, subyace la disputa en la alianza oficialista sobre la necesidad de otorgar un salario de base universal para todos los trabajadores, tanto formales como informales, como reclaman dirigentes de los movimientos sociales como Juan Grabois o sindicalistas “duros” como el camionero Pablo Moyano.

El conflicto de cinco meses con el sindicato de neumáticos, que derivó en un acuerdo paritario del 66% para el período 2021-2022 y un bono de 100.000 pesos para todos los trabajadores, podría preanunciar pujas similares con otros gremios al calor del aumento descontrolado de los precios.

Como anticipo a una eventual crisis, La Bancaria de Sergio Palazzo -el gremio predilecto de Cristina Kirchner, quien suele felicitarlos por sus negociaciones- cerró la semana pasada una paritaria del 94,1% en cuatro tramos, poniendo los guarismos en un aumento de casi el doble. ¿Generará este nuevo convenio un reconocimiento público de la vicepresidenta?

La Bancaria acordó con el Banco Central y las cuatro cámaras empresarias del sector aumentos escalonados del 14% adicional retroactivo a septiembre, 10% en octubre, lo mismo en noviembre y un 9% en diciembre, alcanzando así el 94,1%.

Una revisión salarial que enciende luces de alerta ante la posibilidad de que sea usado como “caso testigo” por otros gremios que aspiren a un incremento similar, lo que abre la puerta a eventuales protestas y paro de actividades (como fue en el caso del SUTNA).

La primera reacción: Camioneros

Ya hubo una respuesta a ese acuerdo y vino desde el Sindicato de Camioneros, que comanda Hugo Moyano pero donde funge como líder “operativo” su hijo Pablo, secretario adjunto del gremio.

Pablo Moyano, uno de los jefes de la CGT y de rol activo dentro del Frente de Todos, ya avisó que los camioneros irán a la paritaria con un pedido de aumento del 100%. “Espero que los empresarios vengan con una propuesta seria y concreta porque, si no, el paro de los neumáticos va a ser un poroto”, advirtió el sindicalista. Sutil.

Según pudo saber A24.com de fuentes gremiales, Camioneros no sólo reclamará un aumento del 100% sino que también el incremento de ítems del convenio como viáticos, antigüedad y la suba del sueldo básico.

“El Gobierno dice que tiene una inflación del 100 por ciento, nosotros tenemos que pedir lo mismo”, insistieron ante este portal desde el poderoso gremio.

Este martes al mediodía empieza la paritaria del gremio en la sede del Ministerio de Trabajo ubicada en Callao al 100 de la ciudad de Buenos Aires. Muchos sindicatos van a estar mirando: las paritarias tienen el mismo efecto desencadenante que la caída de las piezas de un dominó.

La interna en la CGT

Saldada quedó, por el momento, la bronca interna en la CGT ante la posibilidad de que Pablo Moyano pegara el portazo y armara su propio nido de gremios. Si bien el jefe camionero dice que eso nunca fue una posibilidad y atribuye esas versiones a notas periodísticas, lo cierto es que hubo movimientos sugestivos y hasta reuniones privadas con el presidente Alberto Fernández.

El adjunto de Camioneros, molesto por haber sido excluido de una cena de la mesa chica de la CGT en la Quinta de Olivos, amenazó la semana pasada con romper el triunvirato de conducción de la central obrera.

Luego tuvo una reunión con dirigentes de gremios afines del Frente Sindical para el Modelo Nacional y, posteriormente, un encuentro reservado con Alberto en Olivos, del que también participaron Palazzo, Omar Plaini (Canillitas) y Mario “Paco” Manrique (SMATA), según pudo reconstruir A24.com.

En el entorno del camionero aseguran que su obsesión es que el Gobierno habilite una suma fija para todos los trabajadores, de modo tal de beneficiar a los empleados que no cuentan con acuerdos paritarios fuertes. La medida sería extensiva al sector informal, tal como reclaman los movimientos sociales oficialistas.

Es una posibilidad que, a priori, suena difícil en el contexto del ajuste que está llevando adelante el ministro de Economía, Sergio Massa, para cumplir con el acuerdo con el FMI. Aunque se acerca el año electoral (previo paso por el Mundial) y el Gobierno necesita encontrar una alternativa para alentar el consumo y sacarle el pie al control de los gastos.

“Hemos solicitado tres o cuatro medidas urgentes para cuidar el bolsillo de los trabajadores. Una es una suma fija o un bono por tres meses, fundamentalmente a aquellos gremios que no pueden llegar a cubrir la canasta básica; otra es que se aumente la cantidad de trabajadores que cobren el salario familiar por hija o hijo; y que eleve el Impuesto a las Ganancias de una vez por todas”, describió Moyano sobre su reunión privada con el Presidente.

Pero también fue más allá y, provocador, dijo que espera que el Presidente anuncie la suma fija “en los próximos días”. “Los voy a volver locos, o al Presidente o a Sergio, para que empiecen a darles estas cosas a los trabajadores”, insistió.

La pulseada en la CGT

La CGT se resiste a que el Poder Ejecutivo dé una suma fija porque quiere que la herramienta de aumentos sigan siendo las paritarias. Con un aumento otorgado por decreto, la discusión salarial perdería protagonismo (y por ende también los propios gremios).

Los sindicalistas duros, que rodean a Pablo Moyano y recelan de la CGT, también le quitan peso a las reuniones de la semana pasada por posibles rupturas. “Siempre nos juntamos, pero no sale en los medios. Se reúnen 20 ó 30 gremios a tomar café y hablar de la situación”. El café siempre va de la mano de la conversación.

“Estar o no en la CGT no es tan determinante como representar a los trabajadores”, dicen desde ese sector para desestimar las versiones, que atribuyen a un “ataque” de los medios contra el sindicalismo. La CGT por ahora sigue unida.

A24