COVID-19: El trabajo no reconocido dentro del hospital

Reconocimiento a medias, ” Cuando los aplausos no son suficientes ”

La enfermedad que produce el coronavirus resulta tan contagiosa que dejamos de saludarnos con beso y hasta tenemos que permanecer a por lo menos un metro unos de otros en la cola del supermercado. Sin embargo, en este contexto de mantener la distancia más que nunca, a ellos les toca la tarea de estar cerca de los pacientes y de los profesionales a cargo de una cirugía. A pesar de todo eso, este personal tiende a tener entre la opinión pública un reconocimiento social bastante pobre.

El instrumentador quirúrgico es un profesional de la salud que desarrolla la mayor parte de su actividad en el quirófano, asistiendo al paciente y al cirujano durante el acto quirúrgico. Debe ser capaz de desempeñar su actividad con un alto grado de responsabilidad, compromiso, dominio emocional y trabajo en equipo.

Dentro del quirófano son muchas las piezas clave. Ante todo el paciente, sus necesidades, su familia expectante afuera, pero también por supuesto el equipo médico y de enfermería y los instrumentadores quirúrgicos.

Ayelén y Patricia quedaron solitas enfrentando toda urgencia en el nosocomio local, sus compañeras están aisladas. También reciben la ayuda de otro compañero, Javier, quienes juntos afrontan esta responsabilidad tan grande, sin tan siquiera cobrar extras, ni bonificaciones y mucho menos manifestar su sobrecarga horaria, por miedo a perder su fuente de trabajo, ya que parece ser que a ningún funcionario le importe reconocer el esfuerzo de todos los integrantes del equipo de salud.

“Todo esto es muy vertiginoso y angustiante y entre el personal de salud se perciben diferentes sentimientos, pero tal vez lo más habitual es cierta sensación de omnipotencia: algo así como que a nosotros nada nos puede pasar”, nos expresaba un profesional del nosocomio local ante nuestra preocupación por falta de recursos humanos.

“ellas no se ven, están adentro, en el quirófano, donde todo tiene que salir bien, donde nadie se tiene que equivocar, ellas son las menos reconocidas, olvidadas, anónimas, están en accidentes y en graves situaciones de enfermedad, y ni hablar de COVID, las gasas bien contadas, todo el material esterilizado”, nos confesaba otro profesional, quien esta vez, consultamos más de cerca.

Los aplausos de las nueve de la noche y cualquier tipo de monumento suman, pero a la vez no se siente que quienes trabajan en salud puedan ser hoy considerados héroes. Así como les toca a ellos, también a los bomberos, policías a los cuales todavía esperan ser vacunados, no teniendo la suerte de otros que fueron inmunizados en “lugares exclusivos”. Al fin y al cabo, formamos parte de una sociedad en la que todos somos importantes.